EQUIPO CIENTIFICO

 En su solitaria trayectoria en los abismos cósmicos, el telescopio espacial James Webb hizo un hallazgo sorprendente. Se trata de seis galaxias gigantescas, de proporciones aproximadas a nuestra Vía Láctea, que se formaron 500 millones de años después del Big Bang, es decir, a un ritmo bastante veloz. El equipo de astrónomos que las descubrió las apodaron “rompedoras del universo”. Los científicos no saben exactamente cuándo empezaron a fusionarse los primeros cúmulos de estrellas en los inicios de las galaxias que hoy conocemos. Las teorías aceptadas en la actualidad sugieren que estas primeras protogalaxias alcanzaron la adolescencia transcurridos entre 1.000 y 2.000 millones de años de vida del Universo. De esa manera se convirtieron en galaxias enanas que empezaron a devorarse entre sí para crecer hasta convertirse en galaxias como la nuestra. Utilizando el telescopio espacial James Webb (JWST), los astrónomos descubrieron que enormes galaxias ya habían cobrado vida muy rápidament

 La siniestra leyenda de Nelly Longarms procede de Durham, Inglaterra, sin que se conozca el momento exacto de su nacimiento. Se le describe como una anciana marchita con brazos extrañamente largos y delgados, y el pelo muy alborotado. Quizás el rasgo más pavoroso de esta famosa bruja sea que le gusta comer la carne de los niños. Según las leyendas en torno a Nelly, ésta vive y acecha bajo la superficie de lagos y ríos, a cuyo fondo arrastra a los niños que pasan cerca de estos sitios. Otras versiones también afirman que a veces sale del agua y merodea por las calles de los pueblos.

Los osos pardos fueron uno de los habitantes del permafrost siberiano hace unos 3.500 años. Muestra de ello es el hallazgo de un oso pardo momificado en la zona antes dicha. Con el objetivo de conocer un poco más sobre animales antiguos, y la manera en que los osos pardos vivieron en Siberia, los científicos planean realizar una autopsia al animal que se encontró. Unos pastores de ciervos encontraron los restos del oso en la isla Bolshoi Lyakhovsky, a unos 8 km del río Bolshoi Eterikan. Después del hallazgo, los restos se llevaron al Museo Laboratorio del Mamut de la Universidad del Noreste de Rusia, donde el experto Maksim Cheprasov examinó al oso pardo congelado.